Suave, picante, cremoso, de aroma penetrante, el queso ha sido desde la más remota antigí¼edad una de las más notables creaciones gastronómicas. Pero el proceso de conservación es lo más importante para mantener el producto en buen estado y no perder dinero.

El proceso de conservación de los quesos funciona dependiendo del ambiente que lo rodea y de su manipulación, por lo tanto hay algunos procedimientos básicos para lograr una perfecta conservación de estos productos lácteos.A continuación unos consejos para conservar los quesos de la mejor manera:

El mejor sistema de conservación es el papel parafinado a temperatura no superior a los 14º y con una humedad entre el 70 y el 80 por ciento. El queso es de los pocos alimentos que no pueden congelarse.

El queso fresco siempre necesita de una temperatura de 4º C, por lo que se debe conservar siempre en las neveras o cuartos frí­os, en la parte alta.

El queso blando se conserva poco tiempo, por lo que es aconsejable consumirlo lo antes posible. Se conserva menos que el curado debido a que tiene más contenido en agua por lo que aumentan las posibilidades de crecimiento de microorganismos.

Siempre procure comprar bloques de quesos para evitar que comience a perder cualidades al momento de cortarlo.

Si quiere mantener en un estado más adecuado los quesos, guarde los quesos frescos de cabra en salmuera, los quesos de pasta en aceite de oliva y si lo desea, los puede aromatizar con hierbas aromáticas.

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