Pico y cédula en Bogotá siembra dudas en el sector gastronómico

El decreto 293 de 2020 establece el pico y cédula para el "ingreso a establecimientos abiertos al público para realizar actividades tales como la adquisición y pago de bienes y servicios" hasta el próximo 15 de enero.

Para Camilo Ospina, presidente nacional de Asobares, "se hacen muchas restricciones para el comercio legal, mientras que hay ausencia de control en espacios informales", explica. Por ello, el pasado jueves Asobares lanzó la campaña "El dí­a tiene el descontrol. La noche, la restricción".

Juan Manuel Moreno, asesor gastronómico, piensa que la única alternativa es volver a los domicilios. "Hay algo que no se entiende claramente, pues se lee que solo una persona por familia puede salir a hacer diligencias".

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En ciudades como Medellí­n la situación es la misma. En primera instancia, el pico y cédula fue establecido hasta el 31 de diciembre. "Aún no sabemos cómo aplicará para restaurantes", explica Juan Carlos Jaramillo, director del Tour Gastronómico de esa ciudad.

La medida, que se repite en varias ciudades del paí­s, llega en momentos en los que el sector parecí­a estar recuperándose. "Más de uno se acabará de quebrar con el nuevo pico y cédula", concluye Juan Manuel Moreno.

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Por lo pronto, en el sitio web de la alcaldí­a de Bogotá puede leerse que "en los dí­as impares no podrán acceder a restaurante las personas cuya cédula o documento de identidad termina en dí­gito impar. De igual manera, los dí­as pares, no podrán entrar a los restaurantes las personas cuya cédula o documento de identidad termina en dí­gito par".